Nuestro apetito por el arte contemporáneo es evidente. Pero para elegir una pieza, sabemos que se necesita antes un filtro emocional. Lejos de ser nostálgicos, elegimos una obra más porque despierta un gusto genuino, que como una forma de inversión. Lo comprobamos en el Salón Almanaque, la propuesta que la galería de fotografía realiza en colaboración con el despacho de diseño Stromboli.Associates.
Para la exposición, Almanaque transformó por completo su espacio. Los muros en los que antes se habían presentado únicamente fotografías, ahora están ocupados por patrones coloridos, una mezcla de texturas y piezas de mobiliario.
“La idea es que el público conviva con el arte de manera más directa,” cuenta Arturo, director de la galería que abrió hace dos años. Es común, sobre todo en el arte contemporáneo, que una pieza nos parezca incomprensible o incluso amenazante.
“Salón Almanaque presenta la fotografía de manera más accesible con tal de que no sólo se pueda apreciar, sino también que el público compruebe que se puede coleccionar para convivir con ella, además de disfrutar de las cualidades que tiene el arte; que te acompañe, te permita reflexionar, te identifique con una visión y una postura estética, política o de vida”, explica Arturo.
Pero no sólo es una forma nueva de presentar la fotografía, sino también de dar un nuevo giro al acervo. Las piezas exhibidas son una recopilación de las exposiciones que la galería ha alojado a lo largo del año, pero presentadas de una forma más interesante. Ya no es una curaduría estricta, sino que obra de artistas internacionales como Fernando Etulain, José Luis Cuevas, Mara Sánchez-Renero, Pablo Ortiz Monasterio, Dorine Potel y Tania Franco Klein, entre otros, conviven con piezas de mobiliario de Clemence Seilles, como un sillón colorido hecho con materiales reciclados o una mesa que recuerda a los mercados mexicanos.
Estos diseños, presentados por primera vez, funcionan como una escenografía que crea un ambiente de interior, “como si fuera una casa que contiene las fotografías,” explica Clemence, directora del estudio, sobre las texturas, patrones o materiales de las piezas que desarrolló en México como resultado de la observación del trabajo con técnicas o materiales locales. El set genera un ambiente nuevo para las imágenes y un discurso distinto al de una exposición. “Es una invitación para que el público se atreva a hacer eso en su casa”, dice Arturo. La estética amigable invita a que te lleves una fotografía a tu casa.
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