Daniel Snaith responde amablemente, una a una, las preguntas que le van haciendo sus diferentes entrevistadores horas antes de su presentación en el Salón Covadonga de la ciudad de México. Hace lo que le piden los fotógrafos, se pasea, saluda a la gente… uno puede notar a simple vista que es un tipo relajado y simpático, congruente con la música que produce. Cuando toca el turno de que platiquemos, no puedo comenzar con otra pregunta que la que he tenido desde que escuché por primera vez Andorra hace ya algunos años: habiendo estudiado matemáticas, ¿las utiliza para componer? Me responde que no, que él utiliza métodos que no tienen que ver nada con las matemáticas para componer su música, que cada cosa le interesa por separado. El disco que lo trae a México, Swim, en verdad parece menos planeado que sus predecesores, Andorra o Melody Day; es mucho más bailable, más “feliz”… Le hago ese comentario mientras terminan de hacerse las fotos, y se ríe, me dice que ésa era la intención, hacer algo más relajado que rompa un poco con la melancolía y con el rigor. Después, nada memorable. Daniel, el fotógrafo y yo platicamos sobre México, arte y eso de lo que hablan las personas cuando hay muy poco tiempo para hablar y las preguntas se te olvidan por lo nervioso que estás.
Por la noche, luego de un excelente show de Toro y Moi, la otra banda estadounidense invitada al evento de MUTEK, Caribou comenzó su espectáculo ante un sorprendentemente atestado Salón Covadonga. Nunca antes había visto tanta gente y eso me sorprende: mucha gente con buen gusto musical que escucha atentamente cuando hay que escuchar, y baila divertida cuando hay que mover los pies y la cintura. Hay más gente conocedora que de costumbre, como en todos los eventos de MUTEK, gente que compra su boleto para escuchar buena música y disfrutarla. Daniel lo nota, los tres músicos que lo acompañan también, y en verdad se esfuerzan en dar un buen show. “Odessa” y “Jamelia” en versiones extendidas hacen en verdad que la gente se acerque al escenario y el calor aumente. Luego el ritmo va bajando sin que esto afecte la calidad. La improvisación hace que el final sea suave, como un atardecer o mirar mucho tiempo el video de un Caribou alejándose a través de un frío paraje. Todos nos vamos yendo con sonrisas en el rostro. Gracias de nuevo. MUTEK sigue siendo una muy buena inversión musical.
-Carlos Morales M.
Estas fotos fueron tomadas en 2010 en el Salón Covadonga, minutos antes de la presentación de Caribou en la ciudad de México.
Caribou es parte del cartel de Ceremonia 2018. Sigue atento a nuestras publicaciones porque tenemos pases dobles para que asistas. #CeremoniaX192
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