Decimos Sandra Weil y pensamos en flores y en colores. La colección para este otoño no es distinta, pero a cambio de otras veces, el punto de partida tuvo otra dirección, y por lo tanto, el resultado una sorpresa.
Esperamos que un desfile sea una sucesión de looks presentados sobre una pasarela que los modelos recorren para mostrar un diseño nuevo en sólo un vistazo. Ayer el formato fue diferente, empezando por el contexto en el que se situó la colección, exhibida a lo largo y ancho del espacio de Seminario 12, una casona del siglo XVII en el Centro Histórico, que los espectadores recorrimos para ver los 35 looks en distintas escenas, todos con un mismo hilo conductor: cada uno estaba puesto en diálogo con una pieza de arte. Y es que precisamente bajo esa premisa surgió la propuesta. Aunque las obras eran más bien una mezcla de arte contemporáneo y barroco, la diseñadora tomó como base parte de la obra abstracta del artista visual mexicano Miguel Ángel Cordera, para crear estampados coloridos y de trazos indefinidos. Como ha sucedido antes vimos un poco de todo: vestidos y blusas con cortes asimétricos y fuertes acentos de color, vestidos de noche con transparencias y aplicaciones, tops de lentejuelas, los icónicos bustiers –lisos o bordados– y hasta una falda globo en mezclilla. Sólo que esta vez, lo hicimos mientras una cantante de ópera improvisaba, un músico tocaba el piano y tres modelos simulaban jugar a cartas y beber vino.
Sandra viene de una larga tradición de mujeres con una vena artística. De niña pasó mucho tiempo en el taller de costura de su abuela, en Lima, Perú, y ahí nació su amor por el diseño. “Podía pasar mucho tiempo entre vestidos de alta costura, telas traídas de Italia y botones hechos de manera artesanal. Todo eso me ayudó a desarrollar mi ojo; ahora me fijo mucho en el peso de los textiles, en la calidad y en el ruido que hacen cuando los toco,” nos dijo en entrevista hace unos meses. Y esto, aunque es evidente en las piezas de “Untitled”, que pudimos apreciar con calma y de cerca, la colección tiene una diversidad que raya en lo acaparador. Quiere ser tanto que se pierde un sentido definido, y sin profundizar en la discusión sobre qué tanto un desfile debería o no ser un espectáculo, no sabemos si recordaremos este show por la experiencia, las correspondencias logradas, o por lo que debiera ser lo más importante: la moda.
Conoce más sobre las presentaciones de la edición número 25 de Mercedes Benz Fashion Week México en nuestro sitio.
Alfredo Martínez | Colectivo Diseño Mexicano | Julia y Renata | Pineda Covalin |
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